¿Sabías que...? Cocina Natural

La dulce Stevia…

LA STEVIA vs EDULCORANTES ARTIFICIALES
La Stevia es una planta endémica de Sudamérica y de hecho los guaraníes ya la consumían hace ya más de 1000 años por sus maravillosas propiedades. Y es que, esta planta que conocemos por su sabor dulce que puede sustituir de una forma saludable a los azúcares refinados, es en realidad una planta medicinal. Se la utiliza para regular los niveles de glucosa en sangre, por lo que puede utilizarla los diabéticos. Regula la tensión arterial, fortalece el sistema inmunológico, ayuda en la digestión, es un potente antioxidante y es apta para personas que realizan dietas de adelgazamiento.

Desafortunadamente, a menudo encontramos en el mercado Stevia transgénica a la cual se le ha sido sustraída sus propiedades medicinales y sólo se emplea con el fin de endulzar bebidas, alimentos,… Así que mucho cuidado con la calidad de la Stevia que vayamos a comprar si lo que queremos es aprovecharnos de sus beneficios terapéuticos.
Podemos hacernos con una planta fresca o con hojas secas, siempre con mucho cuidado de conseguir una planta no-transgénica.
Existen muchos edulcorantes hechos con Stevia pero no todos son de buena calidad, algunos contienen sólo un 20% y el resto es eritritol (o truvía), un edulcorante sintético que puede provocar irritación del tubo digestivo.
 
POR QUÉ DEBEMOS EVITAR LOS AZÚCARES REFINADOS:

Tanto el azúcar blanco de caña o remolacha (sacarosa), como la fructosa son alimentos que carecen de las vitaminas, minerales y fibras que contenían los productos originales.
Estos azúcares refinados son verdaderos “ladrones” de vitaminas y minerales de nuestro organismo. La mayoría de las personas consumen cantidades excesivas de azúcares refinados con las consecuencias negativas para la salud que ello comporta.
Además, el abuso de azúcares simples no sólo influye en nuestro peso, sino que también altera los valores de ciertas “grasas” en la sangre y produce variaciones bruscas de glucosa (perjudicial no sólo para diabéticos). La única ventaja de la fructosa es que se asimila de forma lenta, y el nivel de glucosa en la sangre no sube tan bruscamente.
Consumimos azúcar sin darnos cuenta, como parte de refrescos, zumos envasados, bollería, pan industrial, salsas, y una enorme cantidad de alimentos procesados.
 
POR QUÉ DEBEMOS EVITAR LOS  EDULCORANTES ARTIFICIALES:

Como el consumo de azúcares refinados comportaba inconvenientes para diabéticos, y en general para el resto, comenzaron a producirse edulcorantes artificiales. Éstos prometían ser más saludables, pero con su consumo prolongado se han hallado relaciones con enfermedades como la obesidad, irritaciones del sistema digestivo en especial intestino, problemas cardiovasculares e incluso cerebrovasculares y migrañas.

En general los sucedáneos, que se han creado para sustituir alimentos no tan saludables, resultaron ser peor que los originales. Otros ejemplos son las margarinas, los sucedáneos de la sal, etc.
 
OTRAS ALTERNATIVAS SALUDABLES:
Como ya hemos visto al principio, la Stevia puede ser una gran alternativa, si no, podemos encontrar otros endulzantes naturales como son la miel, melazas, siropes, jarabes y rapadura. Hay otros como el azúcar de caña y la fructosa (azúcar de fruta), que si bien su origen es natural se obtienen por procesos químicos. El azúcar de caña moreno es un poco menos refinado.
En el caso de las melasas y siropes comprobar que no sean refinados. Para la repostería podemos utilizar rapadura, que es el zumo de la caña desecado (sin excedernos), o Stevia. Recuerden que al extraer las sustancias de los alimentos originales perdemos gran parte de las propiedades nutritivas de los mismos, por lo que siempre es mejor tomarlos lo menos procesadas posible; por eso prefieran el polvo de la planta de Stevia y no el esteviol.
La miel mejor tomarla cruda y no para cocinar. Es muy importante saber la procedencia y preferirla ecológica.
Una forma saludable y deliciosa de endulzar postres y cremas para el desayuno es con frutas, pasas de frutas o fruta desecada de forma natural.
Y aquí van algunos endulcorantes a evitar: 
Los Polioles (ej: xilitol y sorbitol): pueden provocar dolores abdominales e hinchazón, mareos, flatulencias y diarrea.
El Aspartamo (E951): altera los mecanismos de regulación del apetito y la saciedad. Por esta razón no es extraño ver personas que tomen café con edulcorantes de este tipo, y luego coman cantidades desmedidas de azúcares en pasteles.
Ciclamatos (E952): son potencialmente cancerígenos, en muchos países están prohibidos.
Sacarina (E954): activa sustancias potencialmente cancerígenas, al igual que el anterior también está prohibida en algunos países.
Aquí tenéis un vídeo muy interesante de Josep Pàmies, donde encontraréis más información sobre este tema.

Virginia Tenreiro, nutricionista

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