Hoy os quiero hablar de un aceite esencial muy especial para mí, el de zanahoria. De hecho, fue uno de los primeros que utilicé cuando empecé a elaborar mi cosmética natural, junto con el de geranio. Esa mezcla me encanta y sigue siendo una de mis favoritas a día de hoy para cuidar de la piel del rostro.
Como os podréis imaginar, he tenido la oportunidad de oler muchos, muchos, muchos aceites esenciales de zanahoria a lo largo de mi trayectoria, tanto silvestre como cultivado y algunos me han gustado mucho y otros muy poco. En realidad, se trata de un aceite esencial que presenta una gran variación en su composición molecular según su biotopo, la madurez de las semillas, etc. Y es que siempre he pensado que hubiera estado muy bien que, para facilitarnos la existencia a los consumidores de aromaterapia, se quimiotipara este aceite esencial. ¿Vosotros qué opináis?
Si me preguntáis cuál es uno de los aceites esenciales de zanahoria que más me ha cautivado, mi respuesta sería uno de los que nos ofrece Le Gattilier. En concreto el que se obtiene destilando la planta entera, incluida la raíz (esto también me ha sorprendido dado que no es muy habitual, la verdad), lo cual valoro y aprecio muy positivamente. Según Christian Escriva “Se puede considerar que el aceite esencial extraído de la planta entera representa de manera fiel el genio (el ser, el alma) de la zanahoria silvestre”. Y realmente, comparto su opinión, en parte porque no conozco ningún otro aceite esencial que se haya obtenido destilando la planta en su totalidad, desde la raíz hasta las semillas.
Lo considero verdaderamente exquisito. En realidad no es sorprendente dado que, si observamos su cromatografía, podemos ver que contiene alrededor de un 50% de acetato de geranilo. En mi opinión, esta molécula aromática tiene un aroma delicioso, que nos recuerda y evoca a la rosa. Y por esa razón se trata de un componente que usa la industria en perfumes, cremas, jabones e incluso como un ingrediente saborizante. Se utiliza sobre todo en las formulaciones de aroma a rosa, lavanda y geranio.
Como dato importante, es interesante saber que se atribuye a esta molécula aromática propiedades antiespasmódicas, antiinflamatorias, fungicidas, calmantes y sedativas.
No obstante, también podemos encontrar este acetato de geranilo en otros aceites esenciales como tomillo geraniol, coriandro, palmarosa o petit grain aunque en menores cantidades. De hecho, nunca había visto un aceite esencial con semejante cantidad de esta molécula aromática y he de reconocer que eso me encanta.
De forma general se puede decir que el aceite esencial de zanahoria se usa:
- A nivel físico, como regenerante y depurativo hepato-biliar.
- En cosmética se usa como ingrediente antiedad, reafirmante, antimanchas, embellecedor cutáneo y en pieles con tendencias a rojeces.
- A nivel psico-emocional y energético puede resultar de ayuda para (re)conectar con nuestros propios recursos cuando necesitamos reconstruirnos. Nos acompaña en esos momentos de fragilidad emocional, para aprender a desapegarse de lo inútil y a construir una mayor seguridad emocional. Al trabajar sobre el hígado nos ayuda también a sobrellevar mejor emociones como la ira, el enfado o la frustración. Es un aceite que aporta serenidad pero que nos invita a pasar a la acción para construir una mejor versión de nosotros mismos.
Cómo podemos usarlo: vamos a ver algunos ejemplos:
En cosmética se puede añadir unas gotas a cremas o sérums:
Os hago una propuesta sencilla de sérum facial antiarrugas y embellecedor:
- Aceite vegetal de frambuesa (Airless de 30 ml)
- 10 gotas de aceite esencial de zanahoria silvestre
Como ya viene el aceite de frambuesa con el envase, simplemente se abre el airless y se añaden las gotas de aceite esencial. Si pensáis que no va a caber, se puede retirar un poco de aceite de frambuesa.
Se aplica unas gotas por la mañana y noche antes de la crema facial.
Otra opción muy bonita sería sustituir la frambuesa por el macerado oleoso de zanahoria silvestre.
Roll on bienestar:
- 20 gotas de aceite esencial de zanahoria silvestre
- Rellenar con aceite de jojoba
- Echar las gotas en un roll on de 10 ml y rellenar con jojoba
Aplicar en el interior de las muñecas, plexo solar, o donde pensáis que os puede venir bien (chakra, etc.).
Otras formas:
- Oler directamente del frasco
- Aplicar una gota sobre una mouillette (tira olfativa) para un momento de relax o una meditación olfativa
¡Espero que os haya gustado este pequeño resumen de este maravilloso aceite esencial! 😉
Antes de utilizar cualquier aceite esencial es importante leer las precauciones a tener en cuenta.
Sandy García Denis
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