Aceite esencial de lavanda fina BIO 5 ml.
Marca: Essenciagua
Pequeña destilería situada en la región francesa de Occitania. Ofrecen maravillosos aceites esenciales e hidrolatos de una calidad exquisita. Controlan la totalidad de la cadena de producción: recepción de plantas cultivadas o silvestres de máxima calidad de la región y destilación a presión y temperatura baja.
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LAVANDA
Nombre botánico: Lavandula angustifolia
Lugar de procedencia: Francia
Órgano secretor: Sumidades florecidas
Principales componente: Acetato de linalilo (38%), linalol (22%), Beta ocimeno (8%), terpinen 4 ol (5%), beta cariofileno (5%), acetato de lavandulilo (4.5%), lavandulol (1%)
Familia botánica: Lamiaceae
Identidad aromática: Carácter de hierba y de flor
Aceite esencial obtenido mediante destilación de las sumidades florecidas de la lavanda cultivada en la preciosa zona de los Causses (Macizo Central - Francia).
Destilado por Essenciagua de forma artesanal.
Envase de vidrio violeta oscuro para preservar con las máximas garantías la calidad del producto.
Descripción:
La lavanda crece en la cuenca mediterránea, pero hoy día se cultiva en países de otras zonas tales como Bulgaria, Moldavia, Australia o Canadá. Sin embargo la auténtica lavanda se cultiva en Provenza. Necesita muchas horas de sol pero resiste bien al frío. Prospera en altitudes comprendidas entre 500 y 1900 metros, y en suelos calcáreos y pedregosos.
Su nombre botánico “Lavandula” viene del latín lavare, lavar. Los romanos ya conocían y usaban la esencia para perfumar la ropa y los baños. En la Edad Media se usaba además por sus propiedades antisépticas.
Sin lugar a dudas es gracias a la lavanda que la aromaterapia moderna nació. René-Maurice Gattefossé era un químico perfumista francés. A consecuencia de un accidente en su laboratorio se quemó gravemente y tuvo un inicio de gangrena gaseoso que sólo logró parar y tratar exitosamente con aceite esencial de lavanda. A partir de ese momento decidió investigar las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales. Creó la palabra aromaterapia en 1937 cuando buscaba un título para el libro que había escrito y que reunía anteriores publicaciones dedicadas a tratamientos con aceites esenciales.
El aceite esencial de lavanda es uno de los más conocidos y utilizado en el mundo. Se ha considerado como una panacea debido a su gran valor terapéutico.
Es especialmente eficaz para tratar problemáticas nerviosas (estrés, ansiedad, insomnio) y para problemas dermatológicos, en particular dermatosis.
Propiedades terapéuticas:
Potente antiespasmódico
Anti-inflamatorio, analgésico
Antibacteriano y antiséptico
Calmante, relajante, sedante
Antidepresivo
Ansiolítico
Equilibrante de las emociones
Regulador del sistema cardiaco
Tónico y regenerante cutáneo, cicatrizante
Antipolilla natural
Indicaciones terapéuticas:
Ansiedad, estrés, agitación, nerviosismo, insomnio, depresión, hiperactividad, hiper-emotividad,
Asma nervioso, tos espasmódica
Espasmos musculares. calambres, contracturas
Acné, eczema, psoriasis, prurito, quemaduras, heridas, llagas, estrías
Artrosis, artritis
Dismenorrea
Migrañas, cefaleas
Bienestar psico-emocional:
El aroma de la lavanda se recibe como un abrazo materno, es suave y reconfortante. Alivia las penas, y aporta consuelo.
Es especialmente indicado para las personas que sufren de carencia afectiva y para los que son hipersensible o hiper-emotivos.
Ayuda a desconectar la mente y es particularmente interesante para meditar (junto con el aceite esencial de incienso)
Precauciones de uso:
Ninguna