Manos suaves y protegidas…

Con la llegada del invierno nuestra piel se seca y se agrieta fácilmente, en particular la de nuestras manos, por este motivo he decidido prepararme una crema muy nutritiva, reparadora y protectora. Para mí la miel es un producto imprescindible en cosmética natural y de esta forma lo incluyo siempre que puedo en mis recetas de belleza por sus multiples propiedades: es suavizante, calmante, cicatrizante, hidratante, antiinflamatoria, y además es antibacteriana y fungicida. Es ideal para pieles dañadas, secas y frágiles, así que desde bebés hasta personas mayores pueden disfrutar de esta maravilla que nos dan las abejas. Será importante conseguir una miel de calidad y que sea líquida (tipo azahar) para poder mezclarla bien a nuestras preparaciones. Cómo veis es ideal para esta receta y además he elegido la manzanilla romana porque es muy adecuada para pieles irritadas pero lo podéis cambiar por lavanda o romero.

• 1 recipiente para la fase acuosa
• 1 recipiente para la fase oleosa
• 1 bol para el agua fría
• Báscula
• Batidora para emulsiones
• Mini varilla
• Papel de pH
• Un envase de boca ancha para crema de manos.

Para 50 gr.:

• Se pesa la fase acuosa.
• Se pesa la fase oleosa.
• Se ponen las 2 fases al baño María hasta que haya fundido totalmente el emulsionante.
• Se retiran del fuego y seguidamente se mezcla la fase acuosa a la fase oleosa usando la batidora durante 2 minutos.
• Introducimos el recipiente con la mezcla en un bol más grande de agua con hielo que habremos preparado previamente sin dejar de mezclar.
• Una vez hecha la emulsión se añaden el resto de ingredientes uno a uno mezclando todo bien con la varilla.
• Se mide el pH. Tiene que estar comprendido entre 5 y 7.
• Se pasa al envase.